Tigre cayó 2-0 ante Huracán en un partido marcado por fallos arbitrales polémicos

En un partido parejo, Tigre perdió 2-0 frente a Huracán en el Estadio Tomás Adolfo Ducó, en un encuentro donde el arbitraje influyó en momentos claves y dejó al equipo de Diego Dabove con un sabor amargo.

El Globo fue levemente superior en la primera mitad y logró abrir el marcador en su primera llegada clara al arco. A los 17 minutos, Matías Tissera conectó de cabeza un centro preciso de Walter Mazzantti y puso en ventaja al equipo local. En los minutos posteriores al gol, Tigre sufrió el impacto y se vio superado, aunque con el correr del partido logró reaccionar. Sin embargo, le faltó profundidad ofensiva para llegar al empate.
El primer fallo arbitral cuestionable se dio en una jugada donde Juan Ignacio Russo recibió un pelotazo y, al intentar controlar, fue sujetado por Fabián Ibáñez cerca del área. A pesar del claro agarrón, el árbitro Sebastián Zunino dejó seguir la jugada y desde el VAR no se intervino, a pesar de las protestas de todo el equipo de Dabove.

En el segundo tiempo, otra acción polémica terminó de sentenciar el partido. A los 38 minutos, Matko Miljevic convirtió un penal luego de una jugada en la que obstruyó al arquero Felipe Zenobio cuando intentaba sacar rápidamente. Sin embargo, el árbitro interpretó que Julián López había cometido falta sobre Miljevic y sancionó la pena máxima. Con el 2-0 en contra, Tigre prácticamente se despidió del partido.
Si bien Huracán mostró una leve superioridad sobre el Matador, los fallos arbitrales perjudicaron claramente al equipo de Victoria, que mostró intensidad y compromiso en el juego, pero careció de efectividad en la ofensiva para cambiar la historia.