Maldito reloj

Si aquel maldito reloj
me dijera respira tranquila,
el mundo es un balance incierto.
Llegar al corazón del hombre
es sufrir.
No se beben los versos aquellos,
la vida no son cinco días.
No me hubiese perdido en laberintos
cuando los escribí o que mi dolor
quede convertido en cenizas
tratando de que las agujas
impongan las normas.
Patricia Patt