No quiero ser la caricia que pasa, sino la que permanece.

No quiero ser la sonrisa breve
el tiempo determinado,
ni la efímera flor.
No quiero ser la piel desnudando vacíos, ni el beso tibio entre palabras contenidas, ni las manos que parten, ni la respiración que muere al amanecer.
Tampoco el vacío de un juego sin principio ni final.
No quiero ser el momento que pasa sino el que prolifera y anida
ni tampoco una historia más, contada en un banco a la costa del rio. No quiero ser el silencio en la distancia ni lo incierto que lo habita,
ni el limbo, ni el delirio, ni la garganta muerta…No quiero ser…
Rita Frank