Cristina Kirchner:“Estar presa es un certificado de dignidad”
Cristina reapareció en el PJ con fuertes críticas al Gobierno, la Corte y un mensaje a la interna.
Cristina Fernández de Kirchner reapareció este lunes en la histórica sede del Partido Justicialista Nacional, en la calle Matheu, donde encabezó un acto conmemorativo a 69 años de los fusilamientos de José León Suárez. Rodeada de dirigentes, legisladores, sindicalistas y militantes, la ex presidenta pronunció un discurso en el que no esquivó ningún tema: criticó al Gobierno de Javier Milei, apuntó contra la Corte Suprema y lanzó una advertencia a la interna del peronismo.
“Estar presa es un certificado de dignidad. Soy una fusilada que vive”, afirmó con vehemencia, en alusión al fallo pendiente en la causa Vialidad, que podría inhabilitarla políticamente y derivar en prisión domiciliaria. La frase, que remite a la resistencia del peronismo proscripto, fue acompañada por una ovación y marcó el tono de un acto atravesado por la memoria, la denuncia y la disputa por el liderazgo en el movimiento.
Aunque en un principio no estaba confirmada su presencia, el gobernador bonaerense Axel Kicillof finalmente asistió, dando un gesto de respaldo en medio de tensiones internas. La foto con Cristina y los principales referentes de Unión por la Patria buscó mostrar unidad frente al avance judicial y el deterioro social que provoca el ajuste libertario.
Críticas a la Corte y al lawfare
Cristina se refirió explícitamente al poder judicial y a la persecución que denuncia desde hace años. “No soy conspiranoide. Leo, entiendo y tengo comprensión de texto”, ironizó al comparar cómo los medios trataron el intento de asesinato que sufrió en 2022 y un reciente ataque a Álvaro Uribe en Colombia. “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”, advirtió, en referencia al inminente fallo de la Corte.
“Lo que están haciendo con la Argentina no es un plan económico: es una demolición. Quieren dinamitar derechos, suprimir la historia y fundar un país donde solo sobrevivan los poderosos”, denunció, en una crítica directa al rumbo del gobierno de Milei.
Interna peronista: mensaje directo
En uno de los pasajes más políticos del discurso, envió un mensaje claro hacia adentro del peronismo:
“Tenemos un problema cuando se llega en nombre de un proceso colectivo y luego se actúa como si uno fuera un proyecto personal. Eso ya lo vimos y no salió bien”.
“En 2019 construimos una alternativa que sabíamos no era perfecta, pero fue fruto de una unidad real. En 2023, pese a todo, estuvimos a dos puntos de ganar. No nos faltaron votos: nos sobraron defecciones. A las cosas hay que llamarlas por su nombre”, disparó.
Sin nombrarlo, el mensaje pareció dirigido a quienes hoy disputan el liderazgo del espacio, planteando que la unidad debe construirse con responsabilidad política y no con ambiciones individuales.
Memoria histórica y reivindicación
Cristina recordó los fusilamientos de José León Suárez y el derrocamiento de Perón, rechazando la idea de que la “grieta” comenzó en 2003. “Fusilaban gente. Esa era la verdadera grieta. No es una invención del kirchnerismo. Es parte de nuestra historia”, expresó, reivindicando el legado de lucha del peronismo.
“La casualidad no es una categoría política”, dijo con énfasis. “Nos proscribieron, nos persiguieron, intentaron callarnos y hasta matarnos. Pero estamos vivos. Somos millones, y somos peronistas”, cerró, ovacionada por los presentes.
¿Hacia dónde va el peronismo?
El acto en Matheu no fue solo una conmemoración: fue una toma de posición. En medio del ajuste del Gobierno nacional, la ofensiva judicial y las discusiones internas sobre el futuro del espacio, Cristina volvió al centro de la escena. Con su tono desafiante, su capacidad de movilización y su estilo inconfundible, dejó claro que no está dispuesta a replegarse.
“Esto así como está no va más. Es muy antidemocrático. Tenemos que construir una organización popular y democrática que permita volver a representar a las mayorías”, concluyó.
