LA POSTERGACIÓN.

La vida es eso que se despliega mientras pensamos en lo que resultan ser las pavadas más insignificantes de la historia. Qué decimos, qué no decimos, qué hacemos o no hacemos.
Mientras gastamos esos minutos hablando por hablar vamos creando un cuento, muy liviano, así. Optamos por tener en cuenta todos los finales que nos agobian como si en dos minutos, nada nos pudiera sorprender. Mientras miramos lo que no pasa, algo pasa. Mientras pensamos, existimos.
Damos por sentado todas esas cosas chiquitas que en verdad nos convierten en lo que somos. Lo que sentimos, lo que estamos viviendo y lo que vamos a respirar mañana también. Después.
Si algo te late no hay después.