Se realizó la segunda sesión ordinaria del año en el Honorable Concejo Deliberante de Hurlingham.
La sesión comenzó con el tratamiento del fallo de la Corte Suprema de la semana pasada. Desde el Concejo Deliberante se aprobó un repudio al “2×1” y se declararon personas no gratas a los genocidas beneficiados por el “2×1”. “Este fallo lo único que hace es ofender la memoria de los compañeros detenidos desaparecidos y vamos a estar en la calle luchando junto al pueblo” señaló la concejala Cecilia Sáenz del Frente para la Victoria.
Iris Etelvina Pereyra, militante por los Derechos Humanos y madre del Negrito Avellaneda, estuvo presente en la banca abierta: “El Concejo Deliberante de Hurlingham con el Intendente a la cabeza tiene que expedirse en este momento: en no más genocidas en la calle, nunca más”. También estuvo María Cristina Pfluger, ex Directora de Derechos Humanos del Hospital Posadas, quien resaltó la masiva movilización del miércoles en defensa de la memoria, la verdad y justicia.
En un hecho inédito para la vida institucional del distrito, el Poder Ejecutivo realizó una presentación sobre la rendición de cuentas del ejercicio 2016. Tomó la palabra el Secretario General del Municipio Pablo del Valle bajo el respaldo del intendente y fue aprobada por la mayoría de los bloques.
Además, se aprobó la creación de la comisión de Políticas de Género para impulsar proyectos en torno a esta temática en el Concejo Deliberante. Quedó conformada por las siguientes concejalas: Cecilia Pilar Sáenz, Aldana Natacha Ghergo, Marianela del Carmen Lopez, María Lorena Carretto y Lautaro Aragón.
Así también, se declaró el interés por el Día de la Celiaquía para concientizar a la población sobre la cuestión. Hizo uso de la banca abierta Mariana Capdevilla para comentar sobre la dificultad de acceder a una alimentación libre de TACC y sus riesgos para quienes viven con esta enfermedad.
Por último, se aprobó la ordenanza que obliga a todos los auxiliares del personal de la educación, como así también conductores y celadores, a obtener una libreta sanitaria para desempeñar su labor