Amanecer
Una ochava exquisita ofrece la
ventana
al subir las persianas y el sol
por nacer.
El verde de un árbol con brazos floridos y besos prohibidos sobre una pared.
Segmentado el cielo por nubes en copos corriendo a desgano
-del viento a merced-
dejándole paso al principe de oro que viene naciendo y pariendo a la vez.
Casuales las alas que la vista cruzan
a la hipotenusa de ningún desdén.
Sucumbe la noche envuelta en rocío se impone la magia de otro amanecer.
Rita Frank
Poeta Maschwitchense