Manolo El rey

Manolo El rey

En la esquina de la plaza

atendido por Manolo,

existe un fuerte de papel

que ya lleva muchos años.

Dónde fluyen los “buen día”

de entre revistas y diarios

y cada vecino que pasa lo saluda con la mano.

Comenzó como ayudante

cuando Maschwitz era un pueblo

con muy pocos habitantes.

Más de treinta y seis veranos repartiendo las noticias

en su kiosco que llamó

“Mariana” como a su hija.

Manolo hoy, es un ícono, de esta ciudad bendita

un ejemplo de constancia

que con papel persevera.

Una parte de Maschwitz lleva calada en la venas

por eso este homenaje, desde un humilde poema.

R.F

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