Axel Kicillof “Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad”.

Axel Kicillof “Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad”.

Argentina atraviesa una situación muy grave, nuestro pueblo está siendo agredido
por un Gobierno Nacional desertor que ataca a la Universidad Pública, destruye los
derechos, favorece el saqueo de nuestros recursos, fomenta el odio y reprime
salvajemente a los que protestan.

Ahora bien, ¿cómo llegamos hasta acá? Milei no
ganó por accidente; es presidente luego de que el peronismo hiciera un gobierno
nacional que no cumplió con las expectativas. No solo sufrimos una dura derrota a
nivel nacional sino también en muchas provincias. Evidentemente algo no anda
bien.
En este contexto, mi principal responsabilidad es proteger a los bonaerenses del
ajuste y de los ataques y, en lo que pueda, también al país, construyendo lazos de
solidaridad con el resto de los gobernadores de todos los partidos. Pese a los
errores cometidos, el peronismo es la principal fuerza política de la oposición, y la
fuerza que deberá liderar una alternativa amplia y democrática al nefasto proyecto
que encabezan Milei y Macri. Tal vez, de manera inoportuna, en un momento donde
no deberíamos distraer demasiada energía en internas partidarias, irrumpió una
discusión de cara a la presidencia del Partido Justicialista. Sobre esto, quisiera
aclarar algunos puntos

  1. Desde que se apartó a Alberto, repetí en público y en privado que no me
    interesa disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente.
  2. Por razones que me son ajenas, hoy en el Partido Justicialista están a punto
    de quedar dos listas. La que encabeza el gobernador Quintela, quien anunció
    su postulación hace tres meses, y la lista que encabeza Cristina, cuya
    candidatura dio a conocer diez días atrás a través de un documento donde
    plantea que en el peronismo no sobra nadie. Mi deseo y mi posición es que
    se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia
    interna. Ambos proponen dos puntos centrales: nítida oposición a Milei y
    convocatoria a la unidad.
  3. Al mismo tiempo, veo con preocupación que la derecha empieza a
    aprovecharse de nuestros debates internos.
  4. A horas del cierre, vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad
    respetuosa, unidad peronista!
    En virtud de los reiterados ataques públicos que se han hecho durante los últimos
    tiempos, me gustaría agregar algunos comentarios. Quintela no es mi candidato, es
    un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda,
    las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes
    porteñas. Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo “subo o bajo”,
    pero sobre todo es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una
    lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados. Pareciera que no
    se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay
    enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser
    escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como
    signos de traición.
    Después del fallido proceso del FdT, hay que reinventar una alternativa aprendiendo
    de lo que falló. El respeto y el acompañamiento a los pocos gobernadores que
    pudimos revalidar nuestras gestiones y que damos la batalla contra el plan
    destructivo de Milei es una pieza indispensable en ese camino, de lo contrario: ¿qué
    tipo de unidad podría darse en el PJ?
    La verdad es que no quiero ni puedo estimular peleas entre compañeros pero
    tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o
    crítica desate el disciplinamiento. La única pelea en la que todos los días pongo
    cuerpo y alma es la pelea contra Milei y sus políticas de exclusión y crueldad. En
    esa pelea que me toca afrontar, necesito el pleno acompañamiento del peronismo
    de mi provincia. Últimamente sectores de nuestra fuerza política, con quienes a
    veces tengo diferencias pero también un recorrido común, afecto y coincidencias,
    han decidido criticarme mucho y acompañarme poco. Sinceramente, me cuesta
    entenderlo pero no tuve ni tengo la necesidad de agredir a nadie para expresar el
    reclamo de un mayor respaldo al gobierno provincial. Sobre quienes forman parte
    del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan
    realizando.
    Por favor, encontremos la unidad y dejemos de reproducir metodologías y conductas
    que nos trajeron hasta acá. Que nadie espere de mí que libre una guerra interna, la
    historia no nos lo perdonaría y el futuro tampoco. Cristina está en el corazón del
    pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento. Con
    los dirigentes que se oponen, con la CGT y las dos CTA, con los movimientos
    sociales, con todas las agrupaciones, con todos los gobernadores e intendentes,
    con toda la militancia; con nuestras diferencias pero sobre todo con nuestro
    compartido amor por la patria, espero que el Partido Justicialista dedique toda su
    energía a fortalecer el escudo y la alternativa que tanto necesita nuestro pueblo.

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