Tigre y un empate frente a Instituto que dejó más preguntas que respuestas

El rendimiento de Tigre en el empate frente a Instituto dejó una sensación amarga, un inicio prometedor y momentos de intensidad en el segundo tiempo que no lograron disimular las falencias de un equipo que alterna entre buenos pasajes y una preocupante falta de definición.

Los primeros minutos ofrecieron un atisbo de buen fútbol por parte de Tigre, pero el ritmo se diluyó rápidamente. Las oportunidades fueron escasas. Instituto intentó con un tiro libre de Lucas Rodríguez y un remate de Franco Díaz cerca del final de los primeros 45, mientras que Tigre apenas insinuó con una aproximación de Gonzalo Maroni. El 0-0 al descanso reflejaba un desarrollo deslucido.

El complemento comenzó frenético, con Tigre protagonizando dos jugadas increíbles. Primero, un gol insólitamente perdido al minuto de juego gran pase de pitin cardozo al pecho de Garay que entra al área y en vez de reventar el arco la quiere tocar a Viganoni que no llega; luego una serie de rebotes en el área de Instituto, con dos travesaños y una salvada en la línea cuando parecía que en cualquier momento el equipo de Domínguez marcaba el primero. Sin embargo, ese aaranque del segundo tiempo, no se tradujo en dominio sostenido.

Instituto también tuvo sus chances, especialmente con un remate de Ignacio Russo y una jugada desperdiciada por Gastón Lodico con el arco vacío. En la última acción del partido, Camilo Viganoni tuvo en sus pies la victoria para Tigre, pero su definición defectuosa selló el empate.