En coma inducido reposa la niña por mezclas de aromas

En coma inducido reposa la niña por mezclas de aromas

En coma inducido reposa la niña por mezclas de aroma

bajo el emparrado que cubre una parte de la galería 

los frutos se han ido llevando placeres a copas distintas 

permanece la esencia, en un fino halo de hojas caídas. 

Desde la otra punta estira los brazos una madreselva 

ofreciendo un bálsamo arremolinado en la brisa fresca 

la niña suspira, se despereza, 

y con sutil encanto un blanco felino salta de sus piernas. 

El sillón de hierro converge entre lazos, colores y espinos 

un frío bosquejo anclado al paisaje del patio sombrío. 

hace años es parte, y testigo 

tres generaciones o más, han pasado. Endémico nido. 

La niña no sabe de historias de ancestros, aún es pequeña 

la casa del campo seduce mañanas donde se recuesta. 

Se envuelve en silencios de aromas que flotan, y con eso juega. 

Impregna de verdes sus ojos marrones. 

Ella aún no sabe que nació poeta.