Hacia un envejecimiento activo

Hacia un envejecimiento activo
Prolongar al máximo el bienestar físico, psíquico y social es el objetivo. A sus 80 años, Lidia Lesini, integrante de la Red de Salud del Partido de Escobar y coordinadora de los talleres de multiestimulación de la memoria, nos cuenta en qué consiste la importancia de mantener una vida activa y los recursos para alcanzarla.

 El término “envejecimiento activo” se utiliza para evidenciar que envejecer no es una cuestión solo biológica, sino que hay otros aspectos psíquicos y sociales que intervienen y poseen vital importancia. Por ejemplo, participar de actividades culturales y sociales es fundamental para alcanzar una mejor calidad de vida. Hace algunos años, Lidia Lesini participó en los cursos de promotores de salud para la tercera edad, comprobó los beneficios de poseer una vida activa y hoy está a cargo de los talleres de multiestimulación de la memoria.

Descubrí en mí un potencial escondido, que no tenía posibilidad de mostrarlo”, suelta Lidia y agrega que “la gente cree que vejez quiere decir enfermedad y no es así. Depende de nosotros y de nuestra actitud”. Lidia comenzó su recorrido en el 2002. Frente a la crisis económica de esos años, decidió ayudar y colaborar en los comedores que funcionaban en la capilla de Nuestra Señora de los Dolores en el Barrio Phillips. Ahí conoció a Surcos, se interesó en los talleres de salud que coordinaban y participó en la creación de la Red de Salud del Partido de Escobar.

Durante 7 años asistió a los talleres de promoción de la salud. “Me interesó mucho porque conocí a muchos pares, los temas que tratábamos eran interesantes y nos motivaban a aprender cada vez más”, afirma. A partir de ejercicios, lecturas y reflexiones los talleres buscan activar la mente, generar lazos y sentimiento de pertenencia con el grupo. “Fue muy enriquecedor, nos hizo crecer como personas y estoy muy agradecida”.

Actualmente Lidia brinda talleres todos los martes de 15 a 17 en la Capilla San José Obrero (Mansilla y Tapia de Cruz). Tiene alumnos de 40 años en adelante y juntos ejercitan varios temas que ayudan a activar la memoria: “Por ejemplo, en algunos encuentros leemos cuentos, recordamos cosas del pasado, cantamos o hacemos adivinanzas e  incorporamos conocimientos nuevos relacionados con la salud y el cerebro”.

Hay algunos olvidos, “olvidos benignos”, que van desde olvidar dónde se dejó algún objeto, el nombre de alguien conocido o un número de teléfono, que pueden ser trabajados de forma sencilla y divertida. Lidia junto a sus alumnos trabajan bajo esa consigna y  no solo realizan ejercicios sino que también conforman grupos de amistad que estimulan el aspecto más social.

Es un ping pong; das y recibís. Eso hace bien a todos”, cuenta Lidia y afirma que “es fundamental mantenernos activos física y psíquicamente y estar conectados con otros. Porque compartir experiencias, momentos y objetivos nos activa, motiva y rejuvenece”.

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