El Objeto

Esa pequeña foto, es como una estampita de sí misma.
La mira y piensa. La hace pensar en todo lo que no sabía que iba a ser. En todo lo que ya era en ese momento. Todo sin saber. Le parece un viaje en el tiempo y un tesoro del presente. Tiene esa pequeña foto inanimada ahí pero a la vez tan cargada de vida.
Piensa. Y aparecen en algún rincón de su mente la melancolía y la nostalgia, porque sabe que una parte vive en ella. Entonces imagina que le toma la mano y le avisa que ahora ya sabe todo eso que en ese entonces no sabía pensar.
Y piensa que algunas cosas no han cambiado y otras están irreconocibles. Piensa que ahora tiene un montón de cuadernos, que las muñecas se convirtieron en un sueño, que la bicicleta sigue estando allí, que habla sola casi como siempre, que la batata ahora le encanta, que el juego vive, que sigue comiendo galletitas sola, que dormir es un acto casi abandónico, que el mundo se baila, que las lágrimas corren y a veces le sigue gustando esconderse.
Ve la foto y piensa que nada podría haber contado otra historia.
La deja ahí, estática como viene estando.
Pero piensa, adentro todo se mueve. Un terremoto, una ola, da igual. Sonríe.
Agustina Mendoza