La casa se llamó a silencio y lo que ha sido nombrado exageración corrió como hiel

El silencio me tapó la boca con la mano y entendí que desde el dolor también se puede lastimar.
Aun con las piernas temblando traté de poner cada cosa en su lugar
aunque el aroma de tus dedos, no paraba de hablar.
Tomé la escoba tratando de borrar cada una de las huellas que quedaron en carne viva
mientras la exageración chorreaba por todos mis rincones sin permiso y sin piedad.
Nunca es mucho cuando se siente,
siempre es mucho
para callar.
Rita Frank