Animal Interno

El río de sus ojos ha secado su caudal.
Los excesos han colmado el hambre del vacío.
Un foco ígneo en su interior
pidiendo agua bendita para limpiar su camino.
La voz contenida. Perturbada la mente.
Las manos abiertas esperando el milagro
mientras la falta sigue castigando al cuerpo.
Animal interno buscando equilibrio.
El cuerpo etéreo acumula lo suelto
y lo resuelto encuentra su punta.
El rocío, es seguro, volverá con lágrimas
y otra vez esos ojos volverán a ser río.
Ergo ya no habrá hambre, ni vacío,
ni restos ígneos. Solamente agua bendita
y el camino limpio.
Pintura: Andrés Arrua Fecha