Kicillof desafía a Milei con una carta abierta: reclamos, advertencias y llamado al diálogo
El gobernador bonaerense cuestionó duramente el modelo económico del Presidente y denunció una pérdida de soberanía nacional tras la intervención de Estados Unidos en la política argentina. “El ajuste no es superávit, es injusticia estructural”, advirtió.
Por Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires
En un gesto de alto contenido político, el gobernador bonaerense Axel Kicillof difundió una carta abierta dirigida al presidente Javier Milei tras las elecciones nacionales del 26 de octubre. Aunque reconoció el resultado favorable para el oficialismo libertario, el mandatario provincial alertó que “las calamidades que su modelo económico provoca en la sociedad siguen su curso”, con jubilados, trabajadores y empresarios “golpeados por un ajuste que se traduce en recesión y desesperación”.
Kicillof valoró el cambio de tono del Presidente —quien en los últimos días bajó el nivel de confrontación pública—, pero lo instó a “enfrentar la realidad” y modificar un plan económico que, según afirmó, “fracasó”. “Los dólares de Scott Bessent pueden haber calmado a los mercados, pero no resuelven los problemas de la vida cotidiana de los argentinos”, escribió, en alusión al financista estadounidense vinculado al nuevo salvataje económico.
La carta también dedicó un extenso párrafo a cuestionar la “intromisión inédita” del expresidente Donald Trump en la política argentina. Kicillof calificó de “vergonzoso” que el líder republicano haya advertido sobre su falta de generosidad hacia el país en caso de derrota libertaria. “Esa intervención calmó los mercados al precio de una pérdida de soberanía y dignidad nacional”, denunció, y advirtió que “el respaldo extranjero no reemplaza el respaldo del pueblo argentino”.
En otro tramo, el gobernador bonaerense se refirió al federalismo y criticó que el Presidente haya excluido a algunos mandatarios provinciales de la reciente reunión de gobernadores. “Las provincias que usted decidió no convocar representan más del 40% de la población argentina. Esa exclusión es un gesto antidemocrático y contrario al espíritu federal”, señaló.
Kicillof detalló los recortes que —según su carta— sufrió la provincia de Buenos Aires: eliminación de fondos de seguridad y educación, paralización de obras y viviendas, y una deuda nacional que, afirmó, “supera los doce millones de millones de pesos”. “El ajuste fiscal que usted llama superávit se construyó sobre la quita ilegal de recursos a las provincias”, subrayó.
El mandatario bonaerense también envió un mensaje político al interior del peronismo y al propio Milei. “No espere de mí insultos ni agresiones; pero tampoco espere que ceda en la defensa de los intereses de mi provincia”, escribió. Y dejó claro que, aunque está dispuesto al diálogo, el peronismo “no acompañará reformas que quiten derechos, destruyan la producción o ahoguen a una sociedad golpeada y sin horizonte de progreso”.
Hacia el final, Kicillof se mostró crítico del rol del Gobierno Nacional frente a la crisis social: “Su política económica está destruyendo el tejido social y productivo. Le pido que escuche, que corrija, que dialogue. No con los mercados, sino con la gente”. Y concluyó con un llamado a la unidad nacional: “El futuro de la Argentina no se construye con odio ni sometimiento, sino con respeto, cooperación y amor a la Patria”.
Contexto político
La misiva llega en un momento de recomposición del tablero político tras las elecciones legislativas, donde el oficialismo nacional consolidó su mayoría en el Congreso pero el peronismo retuvo la conducción de la Provincia de Buenos Aires, su bastión histórico. En ese escenario, la carta de Kicillof busca posicionarlo como principal referente opositor y defensor del federalismo frente al poder central.


