Tigre cayó en La Bombonera, pero lo favorecieron otros resultados para cumplir sus objetivos
Tigre se fue de La Bombonera con una derrota por 2-0 ante Boca Juniors, pero con una certeza que vale más que el resultado: el Matador está entre los clasificados a los octavos de final del Torneo Clausura 2025. En un escenario siempre exigente y frente a un rival de jerarquía, el equipo mostró orden, competitividad y argumentos pese a la derrota.

Boca, que terminó quedándose con la Zona A con 29 puntos, logró destrabar un partido que le fue más complejo de lo esperado. Tigre, pese a replegarse y priorizar la solidez defensiva, tuvo dos situaciones claras para abrir el marcador: un remate cruzado de López que Marchesín desactivó con una atajada brillante, y una maniobra individual de Oviedo que casi sorprende a la defensa local.
El primer tiempo terminó sin goles, en buena parte por la prolijidad táctica que mantuvo Tigre y por las imprecisiones del Xeneize en la definición. Pero en el complemento el local encontró los espacios que no había tenido antes.
A los 27 minutos, un córner ejecutado por Leandro Paredes encontró el cabezazo imparable de Ayrton Costa, que ganó en lo alto y clavó la pelota en un ángulo imposible. Cuando Tigre intentó adelantar líneas en busca del empate, llegó el segundo tanto: un penal sancionado por el VAR –una acción que dejó dudas, ya que Cardona retiraba el brazo– que Edinson Cavani transformó en el 2-0 final a los 47 minutos.
Más allá del cierre adverso, Tigre cumplió su misión principal: avanzar a los octavos de final. Con orden, carácter y un plan claro, el equipo demostró que es un rival incómodo para cualquiera. El paso a la siguiente instancia está asegurado y ahora comienza otra historia.


