“Christian Olmos: El Químico que Escribe Cuentos y Busca la Mirada de la Realidad”

“Christian Olmos: El Químico que Escribe Cuentos y Busca la Mirada de la Realidad”

Christian Olmos es un hombre de múltiples pasiones: químico, escritor de cuentos y músico autodidacta. Nacido en Castelar y actualmente radicado en El Talar, su vida ha sido un recorrido por el mundo de los experimentos, las letras y la curiosidad insaciable.

En sus relatos, influenciados por autores como Poe, Cortázar y Salinger, explora los matices de la condición humana, mientras que en su profesión, la química, encuentra una fascinante fuente de creatividad. A través de su escritura, que se mezcla con sus vivencias y sus inquietudes, Olmos continúa buscando su voz propia, experimentando y aprendiendo de cada paso.

¿Quién es Christian Olmos?

Un inquieto al que le gusta probar, ver y aprender. Hice música en mi juventud y cantaba mis propias canciones. Al mismo tiempo reparaba aparatos electrónicos y me fabricaba mis propios efectos para la guitarra y amplificadores. Siempre me gustó conocer y entender el funcionamiento de las cosas: de TODO. Trabajé como químico muchos años porque los experimentos siempre me fascinaron de niño. Y soy un ávido lector.

¿Cómo descubriste tu pasión por los cuentos y cuándo?

El cuándo y el cómo forman parte de una misma cosa. En mi adolescencia leyendo a Poe, Cortázar, Fontanarrosa, Dalmiro Saénz, Verne, Connan Doyle, Dostoyevsky, George Orwell. Me sumergía en los relatos y podía pasarme tardes enteras o noches de insomnio hasta que amanecía. Si bien mi primer contacto con la escritura fue muy incipientemente a través la poesía y posteriormente con la escritura de canciones, los relatos fantásticos en algunos casos o humorísticos en otros, de estos autores, fueron los que me animaron a escribir cuando estuve preparado. Luego ya de más grande, Sallinger, Carver, Saer y Bolaño fueron la inspiración para buscar mi voz propia, voz que todavía sigo buscando.

¿Tenés escrita y publicada una novela, Como se llama el libro y de qué se trata?

En agosto del 2024 se editó por VR Editoras la novela que co-escribí con Carolina Kenigstein titulada “Donde se encuentra lo que perdimos”. Es una novela que relata la historia de encuentros y desencuentros de una pareja ensamblada que recién pasaron los 50 años. Estos desencuentros están dados por el momento rutilante que está viviendo Julián, un arquitecto exitoso que recibió un premio internacional que catapultará su carrera, y la sensación de Inés de no sentirse mirada por Julián que le despierta sensaciones de inseguridad y el deseo de encontrar esa mirada en otros ojos. Fue una experiencia muy interesante de escritura ya que cada uno le dio voz a un personaje distinto: Carolina le dio voz a Inés y yo a Julián, los miembros de la pareja. En algunos casos hasta puede verse la misma escena relatada por la una y por el otro.

¿Hubo o hay, algún escritor en tu familia?

Sí, José María Olmos. Un tío abuelo a quién no llegué a conocer, pero fue autor de un libro de sonetos.

¿Además sos químico…?

Desde que tengo memoria. Mezclaba cosas con la esperanza de que pasara algo cuando era muy chico. Luego encontré unos libros de química en la biblioteca de casa que eran del bachillerato de mi madre y los leía deseando comprender algo. Y no, no entendía nada. Pero esas lecturas me dieron una familiaridad con la química que luego, al ingresar al colegio técnico, me permitió disfrutar el aprendizaje de aquellas cosas que veía en el libro y quería comprender, pero me era imposible porque era necesario que alguien me guiara. Cuando cumplí 20 años comencé a trabajar en la industria, en un trabajo puramente como químico, en el laboratorio de la Editorial Atlántida, frente a la planta de Ford. Y a partir de ahí trabaje en entornos industriales y corporativos hasta el 2013 siempre ligado de alguna manera a la química. Luego gracias a mis conocimientos tuve algunos emprendimientos como fabricar cerveza o producir jabones y shampoos sólidos. Fui muy feliz en mis actividades como químico, lo disfruté mucho. Tiene mucho de creatividad. Luego la vida y el camino me fue mostrando otras cosas y fiel a mi curiosidad, me fui metiendo en otros lugares.

¿Tenés algún hobbie?

Varios. Toco la guitarra para mí en mis ratos libres. Reparo artefactos a veces por dinero, pero la mayoría de las veces porque me genera una enorme satisfacción personal y me resulta tremendamente relajante. Hago algo de deporte. Y leo mis cuentos en un bar de San Telmo con un grupo de colegas. Esta experiencia tiene un montón de relieves: es muy útil para probar material nuevo, se recibe la respuesta del público en el momento, el grupo de artistas es, a la vez que diverso, de un profundo contenido humano: puedo ir al bar solo a encontrarme con ellos a charlar y beber, y escucharlos leer, y eso ya sería un gran plan de salida con amigos.

¿Dónde te pueden seguir para ver tus escritos?

Pueden seguirme en Instagram: @christian.olmos

O bien en mi cuenta de Medium: https://medium.com/@christian.olmos

Y si quieren explorar mis colaboraciones y publicaciones editoriales, en mi Linktree: https://linktr.ee/christian.olmos

Por Rita Frank