Oasis de ocres, aromas y calma

Oasis de ocres, aromas y calma

El otoño se detuvo.

Preludio del alma.

Poesía que brota, que riega los suelos bañados en oro.

Que nace, que surge de cada hoja. Poesía que baila en el viento y se palpa en el grito del silencio. Poesía que impregna la ropa

el pecho, apresando todos los sentidos.

Poesía que sostiene en sus manos árboles amarillentos, vuela entre plumas y se posa en gajos semidesnudos.

Poesía regada en el camino, en el aire, llegando al cielo…

Y yo, sucumbiendo poesía en cada átomo de la naturaleza.

R.F

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